Reinventar la casa

Madrid 16 MAY 2012 – 15:21 CET

Hay escaparates que despiertan los sentidos. Siempre que Raquel se para delante de una tienda de reformas y decoración siente ganas de modernizar su piso en Villaverde. Quiere cambiar el sofá azul y se queja de que su salón es demasiado pequeño. “No tengo sitio para poner una mesa de comedor. Si tirara este baño…”, comenta con su entorno.

Pero la situación económica obliga a hacer menos reformas y más lavados de cara con presupuestos más ajustados, de 4.000 a 6.000 euros. Aunque las instalaciones se deterioran y a veces no hay más remedio que meter el pico y la pala. “El precio por metro cuadrado en una reforma integral con calidades óptimas cuesta a partir de 1.000 euros”, según el estudio de interiorismo y arquitectura arQte2.

La reforma de baños y cocinas es el tipo de obra más frecuente junto con la pintura. El saneamiento de la casa no se suele revisar en 40 años y solo el cambio de propietario propicia la reforma de fontanería, grifería o electricidad”, dice Esther Estévez, gerente de la Asociación de Mayoristas de Saneamiento, Calefacción, Fontanería, Gas, Aire Acondicionado y Afines (Amascal).

Pero lo cierto es que la inestabilidad laboral y la falta de financiación echan por tierra, o retardan las obras. Enero y febrero han sumado 3.916 visados para reformas de viviendas, lo que supone una caída del 7,2% respecto al mismo periodo del año pasado, según el Ministerio de Fomento. Y “la facturación de las empresas se ha reducido más del 50%”, señala Pedro Oliver, director general de la Unión de Reformistas Asociados (URA).

Pero si Raquel consigue financiación se sorprendería de cómo han cambiado los materiales y diseños en los últimos años.

Cambiar baños y cocinas y pintar paredes siguen siendo las principales reformas

Que las viviendas tengan aire tirando tabiques y creando espacios multifuncionales y abiertos. Esto es tendencia, señala la firma Schmidt Cocinas. Y también que nada parezca lo que es. “Tratamos de que cocina y baño no parezcan lo que son. Integramos la cocina en el salón, de modo que los extractores se convierten en lámparas”, dicen en arQte2.

En los baños se pueden encontrar auténticas obras de arte. Una de las últimas colecciones de la firma Roca es Barcelona, realizada en colaboración con el arquitecto Carlos Ferrater. Las piezas se caracterizan por la modularidad, lo que permite crear diferentes espacios. El lavabo doble mural blanco cuesta 553 euros. El inodoro dispone de asientos de caída amortiguada y cuenta con una cisterna que permite reducir el consumo de agua un 25%.

No importa el espacio. Los sanitarios se adaptan. Esta firma ha creado un lavabo de una sola pieza, cuyo precio parte de 1.557 euros.

La cerámica, un clásico en baños, alterna ahora con pinturas, estucos, piedras, maderas o revestimientos murales.

Las cocinas presumen de nuevas encimeras, frentes y materiales. El polilaminado ofrece un amplio abanico de texturas y “las nuevas colecciones van desde los cajones retroiluminados con tecnología led hasta el LeMans, un mueble rincón que ofrece multitud de posibilidades de almacenamiento”, señalan en The Singular Kitchen. Y, sobre todo, “es básico la mezcla de materiales”, prosiguen en Schmidt Cocinas.

El color neutro debe ocupar el 60% de la pared. El intenso no debe superar el 15%

Dan mucho juego las encimeras Corian o Silestone, que se unen sin juntas perceptibles, como si fuera una única pieza, y que integran fregaderos y lavabos.

Si el presupuesto no alcanza, se puede optar por cambiar el look de la cocina con imanes decorativos para electrodomésticos y frentes de armario. Es una solución limpia y fácil que cuesta entre 68 y 163 euros. Se pueden elegir frutas, paisajes u objetos, o fotos de familia.

“En suelos no debemos escatimar, debe primar la calidad”, opinan en arQte2. Es tendencia mezclar los materiales cerámicos con los naturales (madera, piedra, cemento pulido…).

Acuchillar el parqué puede ser una solución. Pero si se quiere sustituir hay que optar por las maderas muy claras para potenciar la luz, y los tonos oscuros, que dan calidez. También se llevan las tarimas de lama ancha y los acabados cepillados y envejecidos, explica Julio Iglesias, de la firma Tarisur. El look reciclado vintage es la tendencia en mobiliario y suelos. Se trata de pavimentos de madera con grietas, orificios y un aspecto mate que resalta su autenticidad.

Respecto a la elección del material, las tarimas multicapa de madera natural siguen siendo la mejor opción. Su precio parte de 35 o 40 euros el metro.Otra variedad son los suelos laminados sintéticos que imitan a la madera natural. “Si queremos disfrutar de un suelo con garantías, los precios deben partir de 25 o 30 euros”, aconsejan en Tarisur.

Los suelos de madera compiten con los de cerámica.

Ahora que la cerámica ha salido de baños y cocinas y se puede ver en salones y comedores, sus aplicaciones son cada vez más originales: chimeneas, escaleras, baldas, hornacinas… Destaca el gres porcelánico, en diferentes texturas y formatos, y la cerámica tecnológica Venatto, indicada para revestir paredes y suelos de cocinas y baños, tanto en acabado pulido como texturado, señala Carmen Luna, del Grupo Greco Gres.

Las ventanas son clave en cualquier reforma, porque de ellas depende el aislamiento térmico y acústico. La tendencia es aprovechar la luz natural e intentar tener las menos particiones posibles. “Apostamos por el PVC por el ahorro energético”, dicen en arQte2. Si además se incorpora un acristalamiento aislante, el ahorro en calefacción y aire acondicionado puede ser de hasta un 70% con respecto a las viejas ventanas, según Kommerling, cuyos perfiles de PVC tienen 70 milímetros de espesor y cinco cámaras de aire. Esta firma acaba de presentar un sistema para dar color, hasta 150 tonos. Destacan los acabados en madera. Otras opciones eficientes son el aluminio con rotura de puente térmico o incluso la madera.

El diseño ha entrado de lleno también en el sector de la calefacción. Los radiadores parecen esculturas que cuelgan de la pared. Uno de los últimos en llegar al mercado es el radiador más ligero, de la marca Runtal. Diseñado por King & Miranda, tiene una profundidad de solo 16 milímetros y pesa la mitad que uno normal. Su precio parte de los 950 euros.

Si toca cambiar el aire acondicionado, está de suerte. La Comunidad de Madrid acaba de lanzar un Plan Renove para sustituir los equipos viejos. La ayuda variará entre los 150 y los 500 euros, según la potencia frigorífica del equipo.

En pintura, hace ya muchos años que el gotelé pasó de moda, aunque sigue presidiendo muchas paredes. Alisarlas es básico para ganar en modernidad. Una opción económica es la de aplicar una pasta de enlucido llamada Ibertop, de Placo. Se aplica directamente, sin tratamientos químicos ni preparaciones mecánicas previas, lo que evita polvo y escombros. Su precio es de cinco euros por metro cuadrado.

Y un consejo: el color más suave y neutro se debe aplicar en más del 60% de la estancia. El más intenso no debe ocupar más de un 15%.

Y por fuera

Poca obra tiene sentido cuando el edificio carece de aislamiento. Las humedades y pérdidas energéticas dentro de la vivienda continuarán. El Sistema de Aislamiento Térmico Exterior (Sate) es un aislante del frío y del calor, consigue hasta un 60% de ahorro energético y no es necesario que los vecinos abandonen sus casas, señalan en la Asociación Nacional que agrupa a la industria española del Poliestireno Expandido (Anape). Su precio aproximado, con instalación, es de 40 a 70 euros el metro cuadrado, según Grupo Puma. Las capas que lo componen son adhesivo, aislante y acabado. El poliestireno expandido es muy usado como aislante térmico. También las lanas minerales. La Asociación de Fabricantes Españoles de Lanas Minerales Aislantes (Afelma) acaba de solicitar que el Gobierno lidere un pacto por la rehabilitación. Existen más de 23 millones de viviendas con ningún o un deficiente aislamiento térmico. Por suerte, en Madrid hay en marcha un Plan Renove para rehabilitar el aislamiento térmico de la fachada. La subvención está entre el 22% y el 35% del coste, hasta un máximo de 20.000 euros por vivienda o 300.000 euros por edificio.

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