El decano del Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales de la Región de Murcia, José Antonio Galdón, ha enviado a la reflexión a la Comunidad Autónoma sobre el grado de incumplimiento en el rigor de las Certificaciones de Eficiencia Energética. Los datos de las inspecciones realizadas para verificar la idoneidad de las certificaciones son alarmantes ya que muestran que el 90 por ciento están mal hechas, según se puso de manifiesto en la jornada técnica ‘Certificación Energética de Edificios’ organizada por la Consejería de Industria, Turismo, Empresa e Innovación en el Archivo Regional de Murcia, el pasado lunes.
Galdón afirma que «ha habido 26 inspecciones para evaluar la certificación hecha en edificios y locales de uso terciario con un resultado alarmante: 23 estaban mal ejecutadas, es decir, casi el 90 por ciento no sirven para nada y han generado un gasto inútil». Y remarca que «la estadística horroriza al sentido común», según informaron fuentes del Colegio en un comunicado. El total de evaluaciones llevadas a cabo en Murcia desde hace un año con la aplicación del Real Decreto 235/2013, de obligado cumplimiento, por el que se aprobó el procedimiento básico para certificación de los edificios, asciende a 18.500 expedientes, según los datos de la propia Comunidad Autónoma.
Desde TU CASA EN FORMA, hemos podido comprobar que la Consejería de Industria no se ha adaptado al Real Decreto 235/2013, ya que no se han dotado los medios de inspección para controlar el ingente número de certificados presentados (18.500/año) ya que solamente un técnico de la Consejería ha inspeccionado 26 inspecciones (0,1 %) y tenemos constancia de que solo se han comprobado algunos expedientes en los que la letra obtenida era muy elevada (A-B-C) y había sospechas fundadas de que podrían estar mal realizadas. Parece que no les interesa controlarlo.
Lo que si ha hecho la Consejería de Industria es elevar la tasa de registro del certificado de 7,57 €/CEE (2013) a 23 €/CEE (2014) e implantar un sistema de registro electronico que no funciona como debería o necesita de un experto informático para conseguir que funcione. Nosotros lo intentamos y desistimos después de no lograr completar el proceso varias veces.
Tampoco se dispone de los medios para que el usuario del Registro de Certificados pueda realizar la consulta de la calificación de una vivienda en base a su referencia catastral o a un sistema de información geográfica en el que se pueda localizar la vivienda por su situación y consultar su calificación.
Esto ocasiona en la práctica que no se pueda saber si una vivienda dispone ya de CEE o si su CEE se ha registrado. Él titular que inscribe un certificado sólo se dispone de la copia original que se registra y debería poder consultarse e imprimir la etiqueta de todas las viviendas inscritas ya que es «público«.
De hecho ni los funcionarios que operan el registro diponen de una herramienta de consulta completa y funcional (por referencia catastral).
Todo esto conlleva al descontrol generalizado y a las malas prácticas, gerras de precios y competencia desleal.
Si no se controla que los CEE estén realizados por técnicos competentes colegiados y al corriente de sus obligaciones (seguro de responsabilidad civil, seguridad social, hacienda, etc.) no puede haber rigor en la elaboración de los CEE y no se conseguirá la concienciación de la sociedad del sentido del ahorro energético.
Lo peor es que ya ha calado en la sociedad es que «el CEE es otro tasazo que nos han colocado para sacarnos el dinero» y que «si eso lo hacen por cuatro duros en Internet«. Tal y como están las cosas no les falta razón, la Administración no cumple con su función reguladora pero si recaudatoria. Y en este pais ya sabemos que ese dinero no se acaba revirtiendo en la mejora de los servicios al ciudadano.
Hay una doble moral en la sociedad con los asuntos medioambientales, de cara a la galería todos somos ecologistas pero cuando eso encarece el producto rápidamente se olvidan las políticas medioambientales. A la larga saldremos pejudicados porque no reduciremos nuestra dependencia energética de los combustibles fósiles.
Por nuestra experiencia de certificados realizados en la Región de Murcia, las calificaciones más frecuentes son la F y la G, sólo algunas viviendas con buenas orientaciones o dentro de bloques de viviendas consiguen la letra E. Para mejorar la calificación hay que mejorar el aislamiento térmico de los cerramientos de las viviendas y utilizar instalaciones térmicas con mejores ratios de conversión kW/CO2 (la eletricidad es la más penalizada).